Los relojes fabricados con materiales como el níquel, el cobalto o el cromo pueden causar determinadas reacciones alérgicas en la piel. Además, algunos de estos metales (especialmente el cromo) también se usan para teñir muchas correas de piel, lo que igualmente provoca estas dermatitis alérgicas.
En cambio, nuestros relojes son hipoalergénicos. Las alergias a la madera son muy poco frecuentes, y únicamente suelen estar protagonizadas por variedades exóticas como el cocobolo, que en ningún caso está presente en nuestros modelos.
Con un reloj de madera evitas problemas de alergias y, por tanto, la posibilidad de que tu regalo acabe guardado en un cajón.